sábado, 31 de julio de 2010

CCT: Feo nombre, buena causa.

La CCT (algo así como Transferencia Condicional en Efectivo) funciona como un programa en los países de ingresos medios y bajos donde se brindan alimentos y otros menesteres a cambio de que los chicos vayan a la escuela y estén vacunados, entre otras cosas.
Si bien la pobreza urbana es distinta a la rural, el programa es un buen punto de partida para mejorar la situación de millones de chicos que no tienen acceso a  salud, educación y alimentos. El programa, a mi entender, reúne tres de las cuatro patas de la silla sobre la cual los chicos deberían estar sentados:

  1. Contención familiar.

  2. Acceso a alimentos.

  3. Acceso a salud.

  4. Acceso a educación.
Lógicamente, el programa debe aggiornarse. Pero no es una mala idea. Según andan diciendo por ahi, el programa tiene poco espacio para la corrupción, por lo que es doblemente bueno entonces.
Mirá que diferencia notable con el Gran Hermano (Brasil, por supuesto): Ellos le destinan 0,5% del PBI... ¿Y nosotros?
La cuestión es que parece que el programa anda tan bien en algunos países, que los chicos que están por egresar del colegio van seguir con distintos cursos de especialización manteniendo vigente dicha transferencia.

La ecuación está bárbara. Felicitaciones a los creadores.
Y como dijo Fortoul (y acuñó el Gran Sarmiento en su Facundo): On ne tue point les idées.

Saludos,
Economo.-


No hay comentarios:

Publicar un comentario